Filosofia
Los hombres que no están interesados en filosofía son los que más urgentemente la necesitan: son ellos quienes están más desesperadamente en su poder, absorbiendo sus principios de la atmósfera cultural que les rodea – de escuelas, universidades, libros, revistas, periódicos, películas, televisión, etc. ¿Quién determina el tono de una cultura? Un puñado de hombres: los filósofos. Los otros les siguen, sea por convicción o de forma automática.
El estado actual del mundo no es prueba de la impotencia de la filosofía, sino prueba del *poder* de la filosofía. Es la filosofía lo que ha llevado a los hombres a este estado – y sólo la filosofía conseguirá sacarlos de él.
Para poder vivir, el hombre tiene que actuar; para poder actuar, tiene que tomar decisiones; para tomar decisiones, tiene que definir un código de valores; para definir un código de valores tiene que saber lo que él es y dónde está – o sea, tiene que conocer su propia naturaleza (incluyendo sus medios de conocimiento) y la naturaleza del universo en el que actúa – o sea, necesita metafísica, epistemología, ética, es decir: filosofía.